martes, 17 de enero de 2012

Cadena perpetua (1994)

Acusado del asesinato de su mujer, Andrew Dufresne (Tim Robbins) es enviado a la prisión de Shawshank para ser encerrado hasta que cumpla dos cadenas perpetuas.
Con el paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del centro y el respeto de sus compañeros presidiarios, especialmente de Red (Morgan Freeman), el encargado de los sobornos y de meter dentro de la cárcel todo artículo deseado
Antes de nada debo decir que la película me encantó, a los 10 minutos de película ya la añadí a mis favoritas. En cuanto salió Morgan Freeman dije: -Que peliculón me espera, y no me equivoqué.

Como pone en la cabecera, la película empieza con el asesinato de su mujer y de su amante al haberlos pillado en pleno acto, yendo este borracho.
En el juicio niega el crimen pero pese a esto el juez le impone la condena de no una, si no 2 cadenas perpetuas.
 Desde el momento que entra junto con el resto de "pescaditos" comienza algo más que una película, empiezas a conocer la vida de una cárcel, la rutina, la gente que hay junto con historias personales.

Es imposible apartar la mirada de la pantalla, es una película que te lleva a otro nivel, esto es cine y lo demás son tonterías, sí señor.
A pesar de las injusticias y de las penurias por las que pasa el protagonista, vemos una película llena de optimismo y ganas de vivir.
Es de esas joyas que dejan buen sabor de boca, de las que es un placer volver a paladear de vez en cuanto.
 Ha sido todo una leyenda ver a Robbins y Freeman luchando por el protagonismo, dejando el nivel a un altura mayor que la propia luna.
La película es en sí una obra de arte, sería un pecado capital morir sin verla. La 2ª mitad de la película es más que sorprendente. Al acabar te dan ganas de ponerte en pie y aplaudir.


 "Lo más gracioso es que cuando entré en prisión, yo era un hombre bueno y honrado; y aquí, me he convertido en un ladrón."

 Nota:
10

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